Ella dice ; "estar interesada por las cosas que han perdido su función, que se construyeron de una manera visionaria, como una idea, y entonces nunca funcionaron realmente con éxito en la sociedad y se acabó por desdeñarlas"
Esos objetos no resultan obsoletos o pasados de moda tanto como anclados para siempre fuera del tiempo; anacrónicos.
Me parece muy interesante esta idea, en cuanto a que representa la acelerada producción de este último siglo hacia objetos que tan pronto están en auge como caen en un olvido remoto.
¿Para qué creamos? ¿No es acaso para suplir las necesidades de una determinada sociedad?
¿Hacia dónde va este consumismo desorbitado?
Continuamente olvidamos de dónde venimos, y la finitud de recursos de nuestra tierra.
Somos acumuladores de objetos, de archivos, de ideas... producir por producir...
¿Dónde quedaron las máquinas de escribir, las antiguas consolas, los casettes, los VHS, las cámaras analógicas, los carretes...?
¿Qué ocurre con los cuadros y obras de arte que se mantienen en los museos?
Según la concepción Hegeliana, el pasado remite sobre ellos al colgar de los museos como productos que contuvieron vida, pero ahora son meramente cadáveres que nos hablan desde otro tiempo.
Es interesante analizar la importancia que le damos a los museos y la manera en la que están distribuidos, pues muestran indirectamente las preocupaciones sociales de nuestro siglo.
Por otro lado, relaciono esta obra de Tacita Dean con un fragmento del libro Nunca fue tan hermosa la basura, de José Luis Pardo, en el que me hace cuestionar el sentido en que estos objetos han caído en desuso;
(...) En el momento en que la técnica se convierte en en la -nueva o falsa- "naturaleza" de las sociedades occidentales (o, dicho de otro modo, en el momento en que las sociedades occidentales se convierte en sociedades técnicas, sociedades sin naturaleza, sociedades dotadas de la más potente urdimbre jamás conocida), la cultura ya no fuera capaz de tramar como antes argumentos en ese telar, como si a los hombres de raíces europeas ya no les supiera a nada su propia vida.
Si la naturaleza se oculta, la cultura se agota.
Ahora adjunto una exposición de Marx;
¿Qué representa Vulcano frente a Roberts &Co., Júpiter frente al pararrayos y Hermes frente al crédito mobiliario?(...) ¿Qué representa la Fama respecto de Printing House Square? (...) Espo sible la existencia de Aqiules al aparecer lapólvora y el plomo?= La Iliada entera, ¿es compatible con la prensa de imprimir? ¿No desaparecen necesariamente los cantos, las leyendas y la Musa ante la regleta del tipógrafo?
La decadencia de las religiones y su sustitución por la gélida fe en la ciencia o en la técnica sería la matriz de la decadencia argumental de Occidente, de su falta de argumentos. De ahí pues la apariencia de superficialidad, de sofisticación, y de inautenticidad que se cierne sobre las obras de arte modernas en las que desaparece poco a poco el viejo vínculo del arte con la verdad. Las obras ya no manifiestan la verdad ya únicamente producen placer o remiten a las vivencia de un individuo.
Es entonces,¿ una lejanía de la naturaleza, un consumismo desorbitado, la ausencia de creencias religiosas y fe a ciegas en la ciencia y tecnología la que explica estos objetos anacrónicos?
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