Un estridente sonido desvanece mi sueño, el estómago reclama el café con tostada para comenzar la mañana mientras de fondo murmuran noticias de radio;
Carreteras saturadas de tráfico a las 7 y media de la mañana, desempleo y ruidos políticos resuenan tras esos altavoces que apago para terminar de asearme y salir corriendo al metro.
Semáforos, pagar el abono, el cartel que anuncia el tiempo en que tardará en llegar el siguiente tren, bostezos, mujeres maquillándose en ese vagón tan familiar y a la vez tan frío. Cada día miradas distintas, cada día nuevas caras agitadas por el andar deprisa de ese medidor del tiempo que cuelga de nuestras muñecas... el día ha comenzado.
Un fotógrafo, un niño sorprendido por el sonido de una bala, una mujer que encuentra un libro en un vertedero, niños que abren sus libros en la calle, la fluidez del pingüino resbalando sobre el hielo del glaciar, otra pelea, otro muerto, otra vida...
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