lunes, 14 de octubre de 2013

El mareo de las agujas del reloj


Pensamientos, comportamientos, rutinas que se repiten...
Basta abrir un libro de historia para ver que nuestros comportamientos siguen siendo los mismos desde hace siglos, que creemos en una evolución y un desarrollo que va hacia delante y de pronto, nos damos cuenta que todo ese progreso que considerábamos único y recto, ha sido un camino ya trazado durante cientos de años, y nos encontramos en el mismo circuito girando sobre nosotros mismos.

Diferentes vestimentas, maquillajes, y vocablos.. pero nuestras preocupaciones siguen siendo las mismas.



Así refleja Cortazar la estabilidad de la rutina;

67.
Me estoy atando los zapatos, contento, silbando y de pronto la infelicidad. Pero esta vez te pesqué, angustia, te sentí previa a cualquier organización mental, al primero juicio de negación. Como un color gris que fuera un dolor y fuera al estómago. Y casi a la par se abrió paso al repertorio inteligible con una primera idea explicatoria; "Y ahora vivir otro día, etc.." de donde sigue :"estoy angustiado porque..etc"
Las ideas a vela, impulsadas por el viento primordial que sopla desde abajo (como localización física).
Basta un cambio de brisa y al segundo estás aqué las barquitas felices con sus velas ed colores. "Después de todo no hay razón para quejarse", ese estilo.
Me desperté y vi la luz del amanecer con las mirillas de la persiana, Salía de tan adentro de la noche que tuve como un vómito de mí mismo, el espectáculo de asomar a un nuevo día con su misma presentación, su indeferencia mecánica de cada vez: conciencia, sensación de luz, abrir los ojos, persiana, el alba,
En ese segundo, con la omnisciencia del semisueño, medí el horror de lo que tanto maravilla y encanta a las religiones; la perfección eterna del cosmos, la revolución inacabable del globo sobre su eje.
Náusea, sensación insoportable de coacción.
Estoy obligado a tolerar que el sol salga todos los días. Es monstruosos, Es inhumano.
Antes de volver a dormir imaginé (vi) un universo plástico, cambiante, lleno de maravilloso azar un cielo elástico, un sol que de pronto falta o se queda fijo o cambia de forma,
Ansié la dispersión de las duras constelaciones, ese sucia propaganda luminosa de Trust...




 Las noticias nos bombardean continuamente tomando las riendas de nuestra realidad.
Cada día siento más impotencia, como si nuestras gargantas intentaran chillar pero no existen oídos que las escuchen o quizá demasiado ruido externo.. no lo sé.
Inestabilidad, depresiones, rupturas y luchas, pero al final, como siempre, marcadas por el afán de la política del dinero.
Es difícil que se produzca un desarrollo personal o cultural, si ahora nuestra mayor preocupación se encuentra en la satisfacción de las necesidades básicas.


                                                    Adjunto el poema; "Los nadie"

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y
sueñan los nadie con salir de pobres,
qeu algún día llueva de pronto la buena suerte,
 que llueva a cántaros la buena suerte;
pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy,
ni mañana, ni nunca.
Ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte,
por mucho que los nadie los llamen,
aunque loes pique la mano izquierda,
o se levanten con el pie derecho,
o empiecen el año cambiando de escoba,
Los nadie; los hijos de nadie, los dueños de nada
Los nadie; los ningunos, los ninguneados, comiendo,
la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos,
que no son, aunque sean.
Que no había idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
que no hacen arte, sino artesanía
que no son seres humanos, sino recursos humanos,
que no tienen cara, sino brazos.
que no tienen nombre, sino número.
que no figuran en la historia universal,
sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.

Eduardo Galeano


El ser humano de la mano con la fragilidad e inestabilidad constante, de incomprensión perceptiva, la lucha continua de su insinto animal reprimido por la razón intelectual...


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