(...)
¿La arcilla o el viento?
-Oh, no. La arcilla, no...
La arcilla es dúctil, humilde, paciente...
Mírala ahí cómo se ofrece, llena de esperanza,
a las manos del Alfarero,
del escultor,
del soplo genésico de Dios,
a la bárbara caricia del Viento...
Ella tiene fe...¡Sueña!
Sueña: "Tal vez un día, tal vez un buen día
salga de mi algo
que pueda caminar orgulloso bajo el sol.
Hasta ahora... todo ha habido que romperlo.
¡Cuántas veces me han hecho,
deshecho,
rehecho...
y cuántas tendrán que hacerme todavía...
deshacerme
rehacerme de nuevo...
una y otra vez,
una y otra vez,
una y otra vez...
¡¡Hasta cuándo, Señor!!
Hasta ahora... todo han sido abortos
¡bien lo sé!
¡Lo sabe todo el Mundo!, ¡qué vergüenza!"
Y la Arcilla -¡pobre Arcilla!
se ablanda,
se humedece
llora...
Y mientras el viento
huye como un ladrón
Ella sueña,
sueña como la Esposa Abandonada
Y la Tierra... es un tálamo maldito.
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