83.
La invención del alma por el hombre se insinúa cada vez que surge el sentimiento del cuerpo como parásito, como gusano adherido al yo.
Basta sentirse vivir para que aun lo más próximo y querido del cuerpo, por ejemplo; la mano derecha, sea de pronto un objeto que participa repugnantemente de la doble condición del no ser yo y de estarme adherido.
Trago la sopa. Después, en medio de una lectura, pienso" la sopa está en mí", la tengo en esa bolsa que no veré jamás en mi estómago", y yo soy eso, un saco con comida dentro.
Entonces nace el alma; "No, yo no soy eso", ahora que sí, yo soy eso. "Yo soy también eso" "Yo soy en eso"(...)
Como el verso de Lorca; "Sin remedio hijo mio, ¡vomita!"
Cortázar "Rayuela"
http://www.youtube.com/watch?v=yOOsHi4llAI
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