sábado, 7 de diciembre de 2013

AMOR DE CIUDAD GRANDE

De gorja son y rapidez los tiempos.
Corre cual luz la voz; en alta aguja
Cual nave desdeñada en site horrenda
Húndesde el rayo, y en ligera barca
El hombre, como alado , el aire hiende.
¡Asi el amor, sin pompa, ni misterio
Muere apenas nacido, de saciado!
Jaula es la villa de palomas muertas
Y avidos cazadores! Si los pechos
Se rompen de los hombres, y las carnes
Rotas por tierra ruedan, no han de verse
Dentro mas que frutillas estrujadas!

Se ama de pie, en las calles, entre el polvo
De los salones y la splazas; muere
La flor el dia en que nace. Aquella virgen
Trémula que antes a la murete daba
La mano pura que a ignorado mozo;
El goce de temer; aquel salirse 
Del pecho el corazon; el inefsable 
Placer de merecer; el grato suto
De caminar de prisa en derechura
del hogar de la amada, y a sus puertas 
Como un niño feliz romper en llanto;

(...)

¡Me espanta la ciudad ! toda está llena
De copas que vaciar, o huecas copas!
¡Tengo miedo ¡ay de mi! de que este vino
Tosigo sea, y en mis venas lueo
Cual duende vengador los dientes clave!
Tengo sed,- mas de un vino que en la tierra
No se sabe beber! ¡No he padecido 
BAstante aun, para romper el muro
Que me aparta ¡oh dolor! de mi viñedo!
Tomad vosotros, catadores ruines 
Devinillos humanos, esos vasos
Donde el jugo de lirio a gandes sorbos
Sin compasión y sin temor se bebe!
Tomad! Yo soy honrado , y tengo miedo!

Nueva York, abril 1882 Jose Marti.

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