Miedos.
Petrificados.
Petrificados.
Quizá no resalte ni por su apariencia, ni por su atractiva historia pero es precisamente por esa sencillez y humildad por la que la valoro. Es un fragmento que en algún momento creyó que dejó de formar parte de un todo, un fragmento que se perdió o quizá quiso encontrarse.
¿Qué temores guarda para armarse bajo esa dura apariencia,
cuando su manifestación interna representa vida y ternura?
Es única; es ese aislamiento el que resalta sus cualidades
pero su forma y su esencia reside en las vivencias externas que le han dado esa
forma; Patadas del que quiso jugar con
ella, otras piedras con las que chocó, y la paciencia del agua que la respetó y
suavizó.
Las olas del mar supieron darle tiempo.
¿Y qué es una piedra
sino tiempo?
Porque no hay piedras
aisladas, sino vidas encerradas…
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