lunes, 5 de mayo de 2014

El tiempo de las piedras



Suspiros de placer
 atrapados por el tiempo,
noches de tortura
duermen bajo esa estructura;
Miedos.
Petrificados.



Quizá no resalte ni por su apariencia, ni por su atractiva historia pero es precisamente por esa  sencillez y humildad por la que la valoro. Es  un fragmento que en algún momento creyó que dejó de formar parte de un todo, un fragmento que se perdió o quizá quiso encontrarse.
¿Qué temores guarda para armarse bajo esa dura apariencia, cuando su manifestación interna representa vida y ternura?
Es única; es ese aislamiento el que resalta sus cualidades pero su forma y su esencia reside en las vivencias externas que le han dado esa forma;  Patadas del que quiso jugar con ella, otras piedras con las que chocó, y la paciencia del agua que la respetó y suavizó.
Las olas del mar supieron darle tiempo.
¿Y qué es una piedra sino tiempo?

Porque no hay piedras aisladas, sino vidas encerradas…



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