"He salido de paseo con mi chacha y he visto que, por todas partes, hay unos obreros sacando tierra de la tierra y haciendo montones con ella. Yo creía, al principio, que estaban buscando un hueso, pero creo que todo esto lo hacen para arreglar Madrid, que por lo visto está sin acabar.
No comprendo que, estando como estamos, en el año mil novecientos cuarenta y ocho, esté Madrid todavía sin hacer, pues me parece que en mil novecientos cuarenta y ocho años, hay tiempo más que suficiente para hacer un Madrid y hasta dos Madriles.
He oído decir a mi chacha, que la culpa de todo esto la tiene el Ayuntamiento, que es el que manda hacer estas cosas. En el ayuntamiento, según tengo entendido, hay unos señores que se reúnen en una habitación y después de mucho discutir y de nombrar una ponencia, acaban por ponerse de acuerdo con la ponencia y, entonces, mandan a los obreros a la calle de Tal o a la calle de Cual para que hagan un agujero y se diviertan un poco los pobres.
Estoy deseando ser mayor para poder ir con mi cubo y mi pala a hacer agujeros de esos con los obreros y no comprendo porque mi padre, que es tan rico y se puede permitir muchos lujos, no se va a hacer agujeros en las calles para divertirse, en vez de irse a la oficina a pasarse el día hablando por teléfono y diciéndole a todo el que llama que su asunto es muy difícil pero que lo tomara con mucho interés. (...)
"Diario de un niño tonto" TONO.
Koudelka
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